Lil ♥





domingo, 23 de diciembre de 2012

Cada vez se nos va más de las manos


La inocencia que nos quitaron un día
se convirtió en miedo a lo real,
en miedo a entregarte por no ser dañado.
La necesidad de forjar chapas de acero en corazones rotos por malas rachas.
Y aun así las chapas de acero a veces no son suficientes para huir y te quedas en el paso, en la duda de seguir o parar, de entregarte al completo o dejarlo en medias tintas.
Eres el desconfiado y yo la desconfianza.