Caída fácil

He mirado a la vida,
la he visto vestirse de miedos e inseguridades otra vez.

Ha dejado de vestir tacones por el miedo a las alturas, o a la caída.

Ya no va conjuntada con el corazón, ahora viste de pasado o de futuro, pero nunca de presente.

De cada tropiezo hace un naufragio y pierde las ganas de nadar.

Pero eso es sólo porque hoy he mirado a la vida con ojos tristes.

Dos veces IV

El tiempo es abrir los ojos en un autobús, analizar quien ha bajado,
quien ha subido,
quien se ha quedado,
desde el principio.

La vida es el ancla lanzado desde un barco,
a veces baja e incluso la hacen tocar fondo
pero otras aparece alguien al mando del barco y recoge lo que haga falta para que suba,
con todas sus fuerzas.
(y ya no hablo de anclas, sino de personas, aquí es cuando apareces tú)

La confianza es el último dado que tuvimos que echar sobre la mesa y no el primero. Es el más valioso y con el que muchos jugaron. Nos costó mover mar y tierra recuperarlo y al final llegó alguien capaz de ganar-merenciendo.
(Vuelves a aparecer)

La experiencia es la vía del tren en la que solíamos tumbarnos, libres, sin rumbo. Aquella que nos enseñó a valorar cada paso que damos por medio del arrepentimiento y la decepción de los 100 pasos anteriores.

Y luego el amor.

Entonces viene alguien que mete la mano en un bote y saca el papelito con tu nombre.

Gracias.

Verte, de venir y volver

Eres como un huracán de palabras
y cuando te vas ya has dejado miles de poesías para recitar

y te dejas ver por dentro
porque no hay nada que esconder cuando el silencio es mi respuesta a la pregunta de tus fallos

quédate y desecha cualquier pensamiento de vuelta

me encuentras en cada parte de tu cuerpo y no te vas

deja que esta noche la armonía no se pierda entre tu piel y mi sonrisa

dejame hablarte como si lo hiciera con piel de espejo

deja que te bese antes de cerrar los ojos

deja que el calendario se consuma en un cigarro y tira por la borda toda la distancia que nos sobra, y no te preocupes me ha prometido que no tardará en hundirse en el fondo

te quiero aquí
susurrando y que me oigas
ni un beso más lejos

qué bonita la primavera
que viene para verte volver
y volver para hacerme venir

To be around when it ends

Sin tener en cuenta las dudas,
autoconvencerse del cambio es el nuevo reto
y todos, alguna vez,
confundimos una mano con un cuchillo
y las ayudas con puñaladas,
pero el tiempo hace que los hechos desnuden al orgullo
y la esperanza nunca va a dejarnos
eso darlo por sentado

porque hay cargas que van a la espalda
y que incluso compartidas
necesitan mayores soportes

aprovechar, que las personas grises deciden el color y la libertad de elección está pendiendo de un hilo

que no hay ninguna belleza implícita
en la tristeza
y aún menos en la autodestrucción,
pero revolcaros más
que os aseguro que no os limpiáis

algún día aprenderemos a necesitar el calor
y no hará frío

algún día alguien se nos plantará cara a cara y nos hará preguntarnos el porqué del recorrido

podrá ser el propio espejo

y esta vez sabremos que responder

 

nos daremos cuenta
de que la salvación está delante
y no en el cielo

asique dejar de mirar arriba

descubriremos que nadie va a hacernos dejar de llorar
si antes nosotros no queremos

pero para entonces habremos sido carne de otros si no hacemos que el cambio sea más que una razón por la que escribir

o sonreír

Como si fuera 22

Y toca decir gracias
por la tristeza
por el ruido
y por la ausencia

también por las idas
y las venidas
incluso por callar
y hacer voz en tinta

por llegar a la teoría
la de sujetar cabeza y corazón
mantenerlos firmes
hasta confianza mutua

por la experiencia
y por la incertidumbre

por hacer cambios de barco
y ver quien eleva anclas
para unirlos de nuevo

por no poder traerme lo que necesito
y llevarme a buscarlo

por echar de menos a unos
y de más a otros

por las encerronas con razón escondida
y a veces
consecuencia bien recibida

por el no revolcarse en el fango, huxley
por la música
y por el together through life, bob dylan

por pasado y que no vuelva
por presente y diferencias
y por futuro y que se mantenga

por las preguntas
y por las respuestas

por las calles y las quejas
por la esperanza

por la verdad

por los semáforos en rojo
y por los reencuentros

y porque toca decir gracias

por la tristeza

y por la felicidad 

por el ruido  

y por el silencio 

por la ausencia 

y por la presencia

ya sabéis como es..

Despedirte y desperderte

                                                                                                     "No sabe  

                                                                                                       ni un solo meteorólogo 

                                                                                                       que la previsión

                                                                                                       para lo que queda de verano

                                                                                                       es que llegarás a tiempo

                                                                                                       para hacerme temblar

                                                                                                       en pleno agosto"

                                                                                                                                S. Rodríguez

ya he saltado otros precipicios antes

pero éste es el único al que llamaría suicidio

-por eso de que sabes como acabará-

porque la derrota estuvo presente

hasta que te cruzaste por delante

y se esfumó con la distancia dejando sed,

una sed de victoria que hace que sea tarde para retroceder

pero puestos a sincerarnos

trataría de explicarle a todo aquel que desconoce cada parte de ti

las razones por las que no quiero tu ausencia

y podría ser inútil

ya que es algo imposible de entender si viven en la ignorancia de tus besos

o de los abrazos de después

que ya sé lo de las promesas

y nuestras prohibiciones respecto a ellas

pero también sé lo de las excepciones

asique dame 2 de felicidad

que prometo aguantar 4 de nostalgia

y quitame un par de veces más mi lado de la cama

que prometo hacerlo tuyo al volver

pero sobretodo dame 4 de estabilidad
que aguantaré el doble de ausencia
y haremos que 365 días hayan sido solo una mala noche

porque una vez pruebas la presencia se hace eso,
imprescindible
y tú estás lleno de pequeñas presencias imprescindibles

 

Tiempo presente, presencias y ausencias

Es difícil de entender
como tan parecidos
tú y yo
al digerir penas 

dejamos norte y sur de diferencias 

yo salté delante de él
y tú preferiste encerrarte

pero los dos decidimos
acumular y recordar a solas
su risa y sus maneras
sin compartirlas

y a veces sin querer pensamos
en como sería el ahora
si estuviera aquí
en los putos columpios
o en los conciertos de las cintas del coche

pero luego volvemos
y nos damos de ostias con la realidad
cuando al nombrarle va acompañado
de un verbo en tiempo pasado

asique recurrimos a sus palabras
aprender a valorar tiempo presente
presencias y ausencias
ya sabes como sigue
pero preferiría no valorarlas todavía
no sé si me explico

                                                 te echo de menos

Hemos venido a llevárnoslo todo

El resto vivimos
sin darle mayor importancia a nada que no lo merezca,
a pesar de lo que esto implica

lo de los baches del camino
lo hemos dejado para luego
porque si los trenes no se descarrilasen
o tú no te cruzases de vez en cuando por delante,
no conoceríamos las probabilidades de error
para hacernos ver lo que estamos viendo

que lo importante es el recorrido que hacemos cada día para intentar superar todo aquello que un día nos hizo pensar que éramos incapaces

y arrancar la hierba

y ver a alguien sonreír incluso al recordar que un 13 de noviembre te fuiste

y vuelve el frío con eso de los desastres y otra vez se nos cae la nieve encima

pero aprendemos que la vida es caer y subir otra vez

que las amapolas vienen solas
pero se mueren todas juntas

y que el verano acaba llegando aunque se resista de vez en cuando

Primavera sin flores XIII

Supongo que es algo que ni esperaba ni esperábamos

llegó sin avisar como quien viaja sin fecha de vuelta
y ni siquiera despegamos los pies del suelo

pero siguieron cayendo primaveras vacías por los lirios de tu jardín
y te buscaban y no estabas

y las espinas del árbol morado
dejaron de tener debilidad por nadie
pero hacían sangrar como las hiciste tú a ellas al marchar
sin avisar

y motivos que desconozco hicieron que me perdiese
buscando la cordura con la que ninguna mirada logró encontrarme

Es rutina cuando ya es ruina

Y sabemos que vamos cayendo cuando nuestros refugios se abandonan y se quedan vacíos

mientras el invierno sacude sobre nosotros la mierda del otro invierno

luego llega la primavera
y pensando que vienes tú con ella vuelves para arriba con todo eso de las sonrisas y las flechas

pero solo es el calefactor que me lo he vuelto a dejar encendido
y fuera sigue siendo invierno

y ya hemos asumido que desde que te fuiste nadie viene a deshacerlo

A veces quemas

A veces te quiero cuando llueve porque se que parará y dejaré de hacerlo,
ingenua de mí pensaste,
y me engañaste
como este tiempo que viene y se va para volver.

Pero las cenizas ocuparon tu lugar
y la piel de los relojes que te esperaban cada noche fue desgarrada por su tic tac.
 

Digamos que fue un suicidio,
que tú permitiste.
 

Hace tiempo que salté la señal del: te merece
pero sigo esperando el cambio de semáforo
aunque siempre me gustó más el rojo que el verde y debió de ser eso lo que me incitó a mirarte.
 

Y caímos en el error
de las historias que nunca escribiste
y le dimos la bienvenida como visita temporal con tanto entusiasmo a lo de dejarlo a medias que ha acabado instalándose definitivamente
pero eso es algo que cualquiera esperaba de nosotros.

Tropezar tres veces con la misma piedra

Por cada dos versos que escribo
nos alejamos unos 100km
-Ni siquiera te dio tiempo a saber que nunca me gustaron las operaciones matemáticas-
y no te voy a calcular los kilómetros que llevamos ya,
los que no podrás volver a pisar
nunca
y espero que no te importe
pero la distancia ocupó unos cuantos metros
y tu indiferencia
y mi insistencia por encontrar algo que tú no guardabas
para mí.
Y el silencio seguía dominándonos
cada día
Y a pesar de ello
yo te hubiese dado a leer
(me)
Pero estás perdido en ti
y me has perdido a mí
y tus ojos y los míos hace tiempo que dejaron de formar líneas rectas.

Te quedas o te vas

Podría decirte lo días que han pasado,
desde que te metiste aquí.
Joder y que bien lo hiciste
-lo de poner el cartel de sin salida-
lo pegaste aquí a la izquierda,
descuidando que rozara lo importante,
sin prever las consecuencias
de tus no-actos,
como si trataras de tener a alguien,
pendiente de ti
día y noche.
Como si trataras de anteponer
el papel del desinterés
a cualquier otro,
al del interés por ejemplo.
Pero aunque no lo sepas aún,
y no por las oportunidades que di,
a las que fallaste,
todo el mundo sabe mis necesidades de negación rotunda
-muchas veces poco útil-
para detener esta carrera,
de dudas innecesarias.
Aunque descartando la idea de la existencia de una opción anti-orgullo, que no nos vendría mal,
nos, a los dos,
podrías admitir que miraste
con dos copas de más,
o de menos,
-por lo que faltó esa noche-
Nada nos puede salir peor cielo,
pero es por si te quedas.

Como si fueras tú mi precipicio y saltara al vacío si pensarlo dos veces

Miro atrás cuando me entero de que no vas a estar.
Veo a la que lo hacía todo bien,
a la que nada le salía mal.
Y a pesar de que ya formas parte de esta pequeña rutina de pasar y arreglarlo, desaparecer y joderlo, me tendré que ir acostumbrando a tus manías de hacer nada y desordenar todo, sin querer. (Por si piensas pasar mucho más tiempo aquí)

Solo el cielo sigue en su sitio

Y acabamos acostumbrándonos a nosotros mismos, dejando de lado la precaución de perdernos en otros caminos, en otra gente.
Di puerta a la nostalgia,
pero volvió (con-tigo)
y aquí esta (con-migo) 
recordándome la línea de dos,
la que empezaba por tí (siempre por tí)
y acababa por mí.
Y teniendo presente el triángulo que formaste más tarde sin preguntar,
(te) me has perdido acostumbrándote a tenerme.
Te he guardado los te quieros que me dijiste para que se los des a la nueva y así no perder las manías que me pegaste. (Desde el primer día)

Mis lluvias nunca dejarán de doler

Y cada vez que llueve las nubes se vuelven en contra de estos ojos, y los hacen tan débiles que necesitan llorar al saber que tú no vas a estar ahí para calmarlos aun a sabiendas de que yo estaré para los tuyos, para esos que nunca piden ayuda pero dan las gracias por la preocupación.

Esas tres rayas

Verte pasar y no poder ir detrás, quitándote el miedo que dejas caer a cada paso que das.
Pero todos tenemos miedo alguna vez. Algunos nos hemos hemos quitado la sábana y hemos hecho huir al monstruo de debajo de la cama, lo hemos arriesgado todo. A veces sabiendo que no íbamos a recibir nada, otras veces, en cambio, recibes más que lo que das y es cuando menos te lo esperas, cuando piensas que todo va a salir mal, ahí es cuando vienen ellos, los buenos, y te tocan aquí a la izquierda diciendo: levantate o te levanto.