A veces te quiero cuando llueve porque se que parará y dejaré de hacerlo,
ingenua de mí pensaste,
y me engañaste
como este tiempo que viene y se va para volver.
ingenua de mí pensaste,
y me engañaste
como este tiempo que viene y se va para volver.
Pero las cenizas ocuparon tu lugar
y la piel de los relojes que te esperaban cada noche fue desgarrada por su tic tac.
Digamos que fue un suicidio,
que tú permitiste.
que tú permitiste.
Hace tiempo que salté la señal del: te merece
pero sigo esperando el cambio de semáforo
aunque siempre me gustó más el rojo que el verde y debió de ser eso lo que me incitó a mirarte.
pero sigo esperando el cambio de semáforo
aunque siempre me gustó más el rojo que el verde y debió de ser eso lo que me incitó a mirarte.
Y caímos en el error
de las historias que nunca escribiste
y le dimos la bienvenida como visita temporal con tanto entusiasmo a lo de dejarlo a medias que ha acabado instalándose definitivamente
pero eso es algo que cualquiera esperaba de nosotros.
de las historias que nunca escribiste
y le dimos la bienvenida como visita temporal con tanto entusiasmo a lo de dejarlo a medias que ha acabado instalándose definitivamente
pero eso es algo que cualquiera esperaba de nosotros.
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